Las verdaderas personas, son las que no ocultan sus sentimientos detrás de una careta de metal que sin pensar hace a los demás sentirse como él.
Las verdaderas personas son las que reconocen el dolor ajeno y saben tender una mano.
Las verdaderas personas son las que no saben guardar rencor por más dura que haya sido la ofensa.
Las verdaderas personas son las que sin pensar lloran contigo cuando tú lloras.
Las verdaderas personas son las que saben pedir disculpas, cuando saben que ofendieron.
Las verdaderas personas son las que saben perdonar.
Las verdaderas personas son las que te escuchan, y no te juzgan.
Las verdaderas personas son las que sabes que jamás te fallaran, por más que le pongan en el fuego.
Las verdaderas personas son las que no critican y si edifican.
Las verdaderas personas son humanas y los humanos deberíamos de tener estos sentimientos.
Dejemos el pasado atrás y comencemos por perdonar como Dios nos perdono a nosotros.
Dios nos ama a todos por igual y nada vale tanto la pena como demostrarle a Dios que hizo bien en traernos a este mundo, nada vale tanto la pena como darle las gracias por su amor y su muerte inigualable en la cruz por salvarnos, es tiempo de hacer algo por nuestro mundo y nosotros mismos, dejando que el verdadero amor fluya, el verdadero compañerismo aflore y los sentimientos sean sinceros desde nuestro ser. si tienes a alguien que pedir perdón, pídelo es de sabios reconocer cuando nos equivocamos, si tienes a alguien que perdonar, perdona no hay nada más hermoso que experimentar el poder de perdonar y ser perdonado y sentir que la paz de Dios fluye por todo tu ser solo así nos convertiremos en verdaderas personas.
Dejemos que la crítica, el chisme el juzgar a los demás, el no saber ser honesto, el odio, la envidia y los rencores vayan a donde deben estar, en la basura. Porque solo así nos convertiremos en personas de Paz y con olor fragante a Dios y a los demás.
Las verdaderas personas son las que reconocen el dolor ajeno y saben tender una mano.
Las verdaderas personas son las que no saben guardar rencor por más dura que haya sido la ofensa.
Las verdaderas personas son las que sin pensar lloran contigo cuando tú lloras.
Las verdaderas personas son las que saben pedir disculpas, cuando saben que ofendieron.
Las verdaderas personas son las que saben perdonar.
Las verdaderas personas son las que te escuchan, y no te juzgan.
Las verdaderas personas son las que sabes que jamás te fallaran, por más que le pongan en el fuego.
Las verdaderas personas son las que no critican y si edifican.
Las verdaderas personas son humanas y los humanos deberíamos de tener estos sentimientos.
Dejemos el pasado atrás y comencemos por perdonar como Dios nos perdono a nosotros.
Dios nos ama a todos por igual y nada vale tanto la pena como demostrarle a Dios que hizo bien en traernos a este mundo, nada vale tanto la pena como darle las gracias por su amor y su muerte inigualable en la cruz por salvarnos, es tiempo de hacer algo por nuestro mundo y nosotros mismos, dejando que el verdadero amor fluya, el verdadero compañerismo aflore y los sentimientos sean sinceros desde nuestro ser. si tienes a alguien que pedir perdón, pídelo es de sabios reconocer cuando nos equivocamos, si tienes a alguien que perdonar, perdona no hay nada más hermoso que experimentar el poder de perdonar y ser perdonado y sentir que la paz de Dios fluye por todo tu ser solo así nos convertiremos en verdaderas personas.
Dejemos que la crítica, el chisme el juzgar a los demás, el no saber ser honesto, el odio, la envidia y los rencores vayan a donde deben estar, en la basura. Porque solo así nos convertiremos en personas de Paz y con olor fragante a Dios y a los demás.
1 comentario:
Muy bonito escrito y que como siempre deja mucho a la reflexión.
Yo creo que podemos empezar a aplicar lo que dice ahí con la gente más cercana a cada uno de nosotros y ver los resultados.
Gracias por compartirnos tan padres reflexiones Claudia.
Saluditos y que tengas bonito finde.
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