sábado, 10 de enero de 2009

TIENDE TU MANO


Son días en que parece que todo fuera mal, y nada tiene sentido. La delincuencia parece reinar, los crímenes están por todas partes, los robos se dispararon de una manera impresionante, y por si fuera poco los cambios climáticos son de preocuparse, las guerras no quieren paz, y bueno todo aunque es demasiado feo para donde volteemos, ¿Qué hemos hecho por cambiar lo que está en nuestras manos? muy poco, quizás nada, todos preferimos cerrar los ojos y hacer como que o nada tiene remedio o no vale la pena, o no pasa nada. Lo cierto es que con esto no ganamos nada y si perdemos mucho. Yo veo con tristeza que mucha gente está huyendo de esta ciudad en donde por todos lados nos ha pegado muy feo la situación, los secuestros, cada vez más comunes, los asaltos a la orden del día, los asesinatos y la economía por los suelos eso ha hecho que muchas personas emigren en busca de un lugar donde sentirse a salvo, dé un trabajo, de otro lugar que ofrezca una mejor vida. Lo cierto es que aunque tenemos la libertad de buscar vivir mejor y estar tranquilos, quizás no vemos que por todos lados la situación está igual quizás no de la misma manera o con las mismas cifras de criminalidad pero la calamidad pega de diferentes formas. Hace unos días estando de vacaciones en el lado americano para ser exacta por uno de los estados donde más trabajo se supone que hay, para mí fue muy triste ver que en la mayoría de los vecindarios de todo tipo las propiedades tienen un letrero de venta, lo cual indica que en realidad es una crisis la que ellos están viviendo, demasiado grande porque en un instante ven perdido todo lo que quizás trabajaron por años, y quizás nosotros decimos ¿eso qué? Nosotros vivimos de toda clase de cosas y si les doy la razón, pero y ¿Qué respondería una persona que ahora en estos momentos ha perdido todo, y lo más importante sus seres queridos en una guerra que parece no tener sentido?, es donde yo me detengo y pienso que somos muy egoístas en solo ver nuestro propio dolor sin ser capaces de ver al lado el sufrimiento. No digo que tengamos que ir corriendo a donde hay guerras y dar ayuda, quizás para muchos de nosotros eso es casi imposible y casi porque es posible. Pero si pienso que podemos hacer mucho, nada menos ayer recibí un correo que me hizo recapacitar en muchas cosas y una de las cuales fue. Que estamos perdiendo el sentido de ayudar debido al miedo que vivimos hasta de bajar una ventana para dar ayuda a quien te la pide. desde cuando perdimos nuestro sentido de percibir que no todos nos quieren hacer daño?, el otro día estando estacionada afuera de una tienda pude ver en lo que nos estamos convirtiendo, estaba un hombre sucio, y con ropas rasgadas y solo una cobija por encima para cubrirse del frio, casi a las puertas de la tienda, y todas las personas que entraban a la tienda lo veían con temor y quizás asco y le daban la vuelta para no pasar cerca de él, que por cierto ni siquiera estaba pidiendo nada, dé pronto sale un empleado de la tienda y el hombre le da unas monedas a cambio de una soda, pero al darle la soda le dice “pero te largas de aquí y ya no te vuelvo a vender nada” empujándolo con una escoba. Y el hombre se alejo un poco pero se quedo viendo atreves de la ventana hacia unas galletas y con tristeza veía sus monedas que quizás ya no podían pagar por ellas o quizás el muchacho ni siquiera se las vendería, yo esperaba a mi esposo en el auto a que volviera de la tienda pero de pronto sentí vergüenza por mi misma de tener miedo a bajarme y llevarle las galletas que él veía y al fin decidí hacerlo y lo seguí hasta donde él se había alejado de la tienda, le di las galletas y el volteo con una sonrisa grande y me dijo “ muchas gracias señora, yo no soy malo solo tengo hambre”. Y claro que si todos nos tomáramos la oportunidad de voltear hacia tantas necesidades que existen a nuestro alrededor encontraríamos muchas cosas buenas por hacer y contribuir a que este mundo no sea tan peor, Yo me pregunto donde esta entonces el amor que decimos sentir hacia Dios?, cuándo el nos manda amar a nuestro prójimo y hacer siempre el bien, el cuidara de nosotros, pero quizás más bien no es verdad que conozcamos o tengamos a Dios, quizás más bien tenemos el habito de tener una religión, y asistir a una iglesia como centro de reunión. Hemos perdido tanto el sentido por lo que es realmente importante, en que parte del camino dejamos nuestros sentimientos, en qué lugar se nos perdió el amor hacia los demás. Dios es amor y como decir que lo tenemos si no somos capaces más que de quejarnos por lo malo que esta el mundo, de huir de un lugar a otro buscando paz cuando la paz se encuentra en Dios y Dios no está lejos, el espera poder abrazarnos y reconfortarnos pero somos tan necios que andamos buscando donde jamás vamos a encontrar nada. Muy triste ver que todos esperamos a que el otro comience a hacer su parte si no pues no comenzamos nosotros es una cultura, o mal habito mas bien, esperar a que el otro comience y entonces ver si vale la pena que nosotros comencemos haciendo algo. Afuera de nuestro egoísmo hay mucho dolor pero también muchas satisfacciones a cambio de ayudar y reconstruir algo que parece no tener arreglo. Es tiempo de ser valientes y salir y ponerle buenos ejemplos a nuestra niñez y juventud, de que el bien en verdad vence al mal no olvidar que todo comienza en nuestros hogares, tanto lo bueno como lo malo lo aprendemos en nuestra casa y si queremos un mundo mejor,hagamoslo.

1 comentario:

Martiuks dijo...

Claudia:

Me ha conmovido de una manera impresionante lo que hiciste por el señor con las galletas.

Seguramente para una persona como él, que con mucha frecuencia ha de ser discriminado en muchas formas, un gesto tan simple como el tuyo le cambió el día entero y sobre todo lo hizo pensar en que todavía quedan esperanzas y existe gente buena.

Por otro lado coincido contigo en que nos hemos deshumanizado tanto, que poco nos importa lo que le pasa ya no a la gente de otro país, sino a nuestro propio vecino. Vivimos tan ensimismados con nuestras propias cosas que difícilmente nos ponemos en la situación de alguien más.

Yo pienso que esta crisis y toda esta realidad que estamos viviendo, todos somos responsables, precisamente porque hemos dejado de lado las cosas que son realmente importantes en la vida en segundo plano.

Hace poco escuche una frase muy cierta que dice que lo poco o mucho que hagamos por los demás y por nuestro mundo cuenta... Empecemos por rescatar nuestros valores y rescatar lo perdido, como el título de tu blog.

Gracias por hacerme reflexionar como siempre con tus escritos.